Lectura: Proverbios 10:1-6

La adolescencia siempre será una edad complicada.  Los padres y madres lo saben muy bien, y para la mayoría de jóvenes la relación con ellos es bastante complicada. 

La vida cristiana es difícil y esto no es diferente para los jóvenes, pero ese es parte del desafío de seguir a Dios, tal como lo recuerda el apóstol Pablo en Efesios 6:1-3: “Hijos, obedezcan en el Señor[a] a sus padres, porque esto es justo.  Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra”.   Así que, antes de continuar juzgando a quienes te dieron la vida por ver las cosas de forma diferente, prueba poner en práctica algunos de estos consejos:

  • Prueba ser servicial de vez en cuando, no te quitará mucho tiempo si algunas veces lavas la vajilla o limpias tu cuarto.
  • Trata de apreciar la música que ellos escuchan, te sorprenderás al oír que algunas de ellas no están tan mal.
  • Sé paciente con sus debilidades, si encuentras a tu mamá comiendo un par de dulces a hurtadillas, no la humilles, ni la condenes, no te burles de ella, en ocasiones es mejor no decir nada; luego puedes decirle que, si tiene problemas con su peso, la puedes ayudar a controlarlo.
  • Interésate por sus trabajos y las finanzas de tu casa, recuerda que, para ellos gran parte de sus vidas se desarrollan en el trabajo, y que en la mayoría de las veces les cuesta mucho pagar la hipoteca sobre la casa familiar.  Empieza un ahorro; y sin que ellos lo esperen cómprales algo, aunque sea pequeño.
  • Tolera su apariencia, ellos crecieron en otra época diferente a la tuya, para ellos es importante lucir bien ante sus amigos.
  • Ora por ellos, talvez la mayoría de las veces se ven fuertes, pero hay muchas ocasiones en las que se sienten débiles y confundidos.  Necesitan que Dios les ayude a pasar contigo esos años tan complicados de tu adolescencia.
  1. Una actitud correcta hacia tu familia empieza con una actitud correcta hacia Dios.
  2. Hacer lo correcto no siempre es fácil, pero si es un paso hacia la dirección correcta.

HG/MD

“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo” (Efesios 6:1).