Lectura: Juan 10:22-30

El 11 de marzo de 2011 se produjo un terremoto de magnitud 9,1 a 371 kilómetros al noreste de Tokio. El terremoto causó un tsunami con olas de nueve metros que dañaron varios reactores nucleares en el área. El total combinado de muertes confirmadas y desaparecidos es de más de 22.000 (casi 20.000 muertes y 2.500 desaparecidos).

Los efectos de los terremotos también son emocionales, por ejemplo, como consecuencia del terremoto de Nepal en mayo de 2015, se han hecho estudios que dieron como resultado que muchos niños tuvieran pesadillas recurrentes, algunos presentaron ataques de nervios aún luego de meses del evento y no podían dormir, y otros querían separarse de sus padres.

Nosotros también hemos tenido o posiblemente tendremos “terremotos” en nuestras vidas, pero es consolador saber que aún bajo la peor de las circunstancias, nuestra fe en Dios puede sostenernos firmemente y de hecho lo hará.  Debemos recordar que Él es el Dios Todopoderoso, lo cual significa que Él nos tiene a ti y a mí en sus manos.

No existe ninguna persona, ni ningún desastre, que pueda arrebatarnos de las manos de nuestro Padre celestial (Juan 10:28-29). Sabiendo esto, podemos estar seguros de que estamos a salvo con Él.

  1. Él te ama, no lo olvides, confía en Jesús, Él no te defraudará nunca, tan sólo ten fe en Él (Hebreos 11:6).
  2. No significa que la vida será sencilla, o que, tu fe en Dios hará más fáciles las cosas, pero una cosa si te digo, tendrás a alguien en quien confiar y a quién llamar cuando te sientas solo o sola, se llama: Jesús.  Inténtalo, ten fe en Jesús.

HG/MD

“Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).