Lectura: Salmos 35:1-10
Un creyente me contó que estaba pasándolo muy mal en su trabajo, en las ultimas semanas lo habían reubicado en un grupo en el cual había personas con muy malas costumbres y normalmente usaban lenguaje sucio y detestable. Ya llevaba tres meses en medio de aquella situación y se sentía muy triste, pues no sabía por cuanto tiempo más podía seguir soportando aquel ambiente tan lleno de personas problemáticas.
Puede ser que tú también estés pasando una situación similar a la de aquel creyente, ya sea en tu trabajo, hogar, estudio o en un equipo deportivo. Si esto es lo que estás viviendo, entonces: ¿Qué puedes hacer? Te ofrecemos algunas sugerencias, aunque algunas no sean fáciles de aplicar:
- Concéntrate en la bondad de Dios y depende de ella. Nuestras circunstancias no cambiarán la verdad de que el Señor es bueno todo el tiempo (Nahum 1:7).
- Necesitas ser fiel a tus convicciones. Daniel se negó a ceder en su fe, aun cuando estaba rodeado de impíos (Daniel 1).
- Profundiza en tu conocimiento de las Escrituras. Al leer la Palabra de Dios, podrás comprender mejor quien es Dios y Su plan para ti (Salmos 119:49-50).
- Haz el bien a quienes se te oponen. Devuelve bien por mal (Mateo 5:44).
- Confía en que Dios te está acompañando en cada momento de tu vida, aun en los complicados. Él nunca te desamparará (Hebreos 13:5).
Aunque sólo estén tú y Dios, eso es suficiente.
- Con Dios detrás tuyo y sus brazos sosteniéndote a cada momento, puedes enfrentar cualquier situación por difícil que sea.
- Aprende a depender de Dios, aunque a veces sea difícil hacerlo.
HG/MD
“¡Bueno es el Señor! Es una fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él se refugian” (Nahúm 1:7).