Lectura: Gálatas 3:1-10

Un famoso fabricante de relojes condujo a un visitante por su tienda y le señaló dos maneras de regular el tiempo de los instrumentos. En uno de los métodos, un reloj maestro tocaba una nota a intervalos regulares. Si los otros relojes estaban mal, la señal revelaba su error, pero no los arreglaba.

En el otro método, había un cronómetro conectado eléctricamente a varios relojes. Cada segundo de aquellos relojes estaba controlado por el reloj maestro.

La primera manera de regular el tiempo es una imagen de la ley de Dios. La ley da la señal, indicándonos las normas perfectas del Señor, pero no puede corregir lo que anda mal. El segundo método es un retrato de la gracia de Dios. Lo que la ley no puede hacer lo hace la gracia.

La ley de Dios revela el pecado, pero no tiene poder para salvarnos de él. Nos puede mostrar nuestra debilidad, pero no puede darnos fortaleza. Puede condenar, pero no puede justificar. La ley da un mandamiento, pero no capacita. La ley mata, pero la gracia da vida. La ley es externa. La gracia, interna.

No puedes vencer el pecado y obedecer al Señor a menos que hayas puesto tu fe en Él y tengas Su Espíritu morando dentro de ti. Necesitas permanecer en estrecha comunión con Cristo (Juan 15:4-5).

  1. Permanece conectado al Maestro.
  2. Dios siempre da, para lo que requiere de nosotros.

NPD/MDH