Lectura: Colosenses 3:12-25

Muchísimas personas viven pensando en el futuro, y se aferran a una vida irreal idealizada de un mejor mañana: una vida familiar sin problemas, en un mundo relajado en el cual han resuelto todas las dudas y situaciones que puedan afectarles.

Esto es conocido como el “engaño del futuro”, un tipo de espejismo que nos hace creer que todo será ideal, mientras que en realidad nos dirigimos a un precipicio o a un lugar sin salida.

También, algunos dicen que sus familias son la prioridad, pero no viven como si en realidad lo fuera, afirman que mañana resolverán sus problemas, o que luego que alcancen una determinada meta, su familia dejará de sufrir. Tristemente hemos devaluado el hoy, en favor de un futuro imaginado o ideal que puede ser que nunca llegue.

Vuelve a leer nuestra lectura devocional en Colosenses 3:12-25, pero incluye la palabra “hoy” en cada versículo; por ejemplo: “Y la paz de Cristo gobierne en su corazón, pues a ella fueron llamados en un solo cuerpo, y sean agradecidos” HOY (v.15).  “La palabra de Cristo habite abundantemente en ustedes…” HOY” (v.16).  Como podemos ver, las instrucciones de Pablo incluyen las relaciones familiares, para esposos, esposas, hijos, padres (v.18-21); a todo esto, puedes incluir la palabra “HOY”.  La Palabra de Dios debe llegar a nuestros corazones con un sentido de urgencia, donde lo que hacemos HOY marca la diferencia.

1.    La única forma de escapar del “engaño del futuro”, es empezando a seguir las instrucciones para Dios HOY en nuestros trabajos y relaciones familiares.

2.    Sé obediente a Dios HOY, no esperes el mañana.

HG/MD

“Y todo lo que hagan, háganlo de buen ánimo como para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23).