Plan de Lectura: 2 Crónicas 31 – 33.
Un refrán popular dice: “El diablo hace las ollas, pero no las tapas.” Llámesele a esa inclinación lo que se quiera, lo cierto es que el diablo prepara ocasiones de delito y empuja a la gente a cometerlos. Pero no permite por mucho tiempo el encubrimiento. Siempre pasa algo, y los crímenes se descubren, y el culpable, cuando se ve con esposas, sólo atina a decir: “Me tentó el diablo”.
La Biblia dice que el que nos tienta no es ni Dios ni el diablo. Dice, más bien, que “cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen” (Santiago 1:14).
Los mejores hombres a veces son los más probados y caen en las tentaciones. Los peores a veces se arrepienten a tiempo y no sufren toda la ira de Dios. Ambas verdades nos deben acompañar siempre en nuestra caminata con Dios.
1. ¿Por qué crees que Dios permitió una prueba tan severa en la vida de Ezequías, uno de los mejores reyes de Judá? ¿Cuál fue una de las principales cualidades de Ezequías? ¿Cómo crees que las pruebas te hacen una mejor persona? Si no tienes un mentor espiritual, búscalo urgentemente.
2. ¿Cuál es la actitud más importante para enfrentar cualquier prueba en la vida? ¿Cómo se demostró esta actitud en Ezequías? ¿Cuál es tu reacción cuando las cosas no ocurren como pensabas que iban a pasar?
3. En 2Reyes 20:1-11 encontramos la historia de la petición de sanidad de este rey, mientras que en Crónicas apenas se menciona. ¿Brevemente… qué habías aprendido de esa historia?
4. A pesar de que Manasés fue un rey muy, pero muy malo ¿Qué aprende Manasés al final de su vida? ¿Cómo reaccionó este rey malvado ante la misericordia divina? ¿Por qué crees que el Espíritu de Dios quiere que sepamos esta historia? ¿Qué te enseña acerca de Dios? Este fue uno de los pocos que inicio mal y terminó más o menos bien.