Lectura: Colosenses 1:9-14

Me resulta interesante la forma en la cual algunas iglesias se promocionan en redes sociales.  Hace un tiempo leí una publicación de una iglesia, decía: “Si viene a nuestros servicios presenciales y virtuales, experimentará la presencia de Dios”.

Esta frase llamó mi atención por la promesa que estaban haciendo, la cual implica una gran responsabilidad y en ocasiones es muy difícil de cumplir.  ¿Por qué difícil?  Porque sino tenemos el cuidado, nuestras iglesias pueden llegar a reflejar más la presencia de las personas, que la de nuestro Dios y Señor. 

Entonces la siguiente pregunta que debemos hacer es: ¿Qué hacer como iglesia para que se manifieste la presencia de Dios?

Una forma sencilla pero poderosa, es poner en práctica principios tan sencillos como son la hospitalidad, recibir de buena forma a cualquier persona que nos visite, tener una disposición especial hacia el servicio, que el amor sea evidente entre sus miembros, entre muchas otras acciones que muestren a Jesús y no a nosotros.

Pablo fue enfático al decirnos que debemos vivir “como es digno del Señor” (Colosenses 1:10), y ejemplificó con su vida que ser digno significa ser humildes, amables, soportándonos unos a otros en amor, manteniéndonos unidos en la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:2-3).

  1. Así que, debemos vivir de tal manera que las demás personas al hablar e interrelacionarse con nosotros, puedan sentir la presencia de Dios.
  2. Nuestro testimonio hablará más fuerte que nuestras palabras.

HG/MD

“Para que anden como es digno del Señor a fin de agradarle en todo; de manera que produzcan fruto en toda buena obra y que crezcan en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10).