Lectura: Hechos 12:1-11

Con la llegada del internet y las aplicaciones del clima para teléfonos inteligentes, es muy normal que antes de salir de casa, tomemos algunas decisiones basadas en las probabilidades que estas herramientas nos brindan.

Por ejemplo, si hay un veinte por ciento de probabilidad de lluvia, quizás ni lo tomemos en cuenta. Pero, si el porcentaje es noventa por ciento, es casi seguro que llevemos un paraguas o cambiemos algunos planes en caso de que tengamos una actividad al aíre libre. Cuanto mayor es la probabilidad, más nos afecta, y finalmente queremos decidir sabiamente y acertar.

En nuestra lectura devocional en Hechos 12, se nos describe una situación en la que Pedro tenía muy pocas probabilidades de salir con vida. Estaba preso: “… entre dos soldados, atado con dos cadenas” (v. 6). Herodes ya había ejecutado a Jacobo, uno de los seguidores más cercanos de Jesús, y tenía en mente el mismo destino para él (vv. 1-3).  Hasta la más optimista de las personas jamás hubiera creído que Pedro saldría con vida.

Sin embargo, el plan de Dios incluía liberarlo de manera milagrosa, lo cual le resultaría difícil de creer aun a aquellos que intercedían en su favor (vv. 13-16). Quedaron pasmados cuando Pedro apareció donde se habían reunido para orar.

Dios puede actuar más allá de las probabilidades debido a que es Todopoderoso. Nada es demasiado difícil para Él. Aquel que nos ama y se entregó por nosotros se encarga de nuestra vida. En circunstancias comunes y situaciones imposibles, Dios puede revelar su poder; ya sea que el éxito sobreabunde o que la angustia nos envuelva, el Señor está a nuestro lado.

  1. Hemos creído en un Dios Todopoderoso, entonces puedes confiar en que Él sabe lo que hace.
  2. La providencia divina actúa de las formas más inesperadas.

HG/MD

“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28).