Tecnología
Si bien, por una parte, las redes sociales nos permiten comunicarnos con personas a la distancia, pareciera como si los efectos negativos fueran mayores a las ventajas. Sin embargo, maneras de usar las redes sociales para el bien. Estos son algunos ejemplos.
1. Comparte tu fe
Antiguamente, las personas compartían su fe tocando las puertas de casa en casa. Aunque hoy en día se sigue haciendo, hay lugares a donde no podemos llegar físicamente… pero sí a través de internet.
De acuerdo a los análisis de Facebook, Instagram, TikTok, YouTube, entre otras, las publicaciones que tienen mayor éxito son las imágenes y vídeos. Esto es una ventaja porque podemos aprovechar lo visual para compartir nuestra fe y así llegar a lugares lejanos. De esa manera no solo estamos usando las redes sociales para el bien, sino que también estamos ayudando a otros a ser valientes y hablar de Jesús.
2. Sigue a páginas que publiquen contenido constructivo y positivo
Según las estadísticas, la gente pierde más tiempo en las redes sociales que en cualquier otra actividad. Eso es porque continuamos deslizando las pantallas sin ver algo determinado. En lugar de perder el tiempo, debemos hacer lo siguiente:
- Dejar de seguir páginas que no aportan nada constructivo a nuestras vidas.
- Elegir una cantidad manejable de páginas a las cuales seguir.
- Seguir solo páginas que necesitamos y que son positivas para nosotros.
Estas acciones nos ayudarán a mantener una buena salud mental y a no vivir estresados. Además, tendremos más tiempo libre para hacer cosas productivas.
3. Únete a actividades sociales
En las redes sociales se promueven actividades sociales de importancia. Unirse a ellas –no solo con un «me gusta», sino participando activamente, hace que contribuyamos con una causa digna de luchar. También son un medio por el cual podemos conocer a personas con los mismos ideales y creencias, con quienes podemos interactuar en la vida real.
4. No publiques comentarios negativos
Hay una alarmante cantidad de suicidios debido al acoso por internet. Es sencillo insultar, prejuiciar, juzgar y burlarse de alguien cuando no nos ve directamente. Pero por más que sea en línea, un comentario negativo afecta como si hubiese sido dicho en persona. La presión puede ser tan extrema que puede hacer que alguien tome la fatal decisión de quitarse a la vida.
No somos responsables de las acciones de otros, pero sí de nuestras palabras, así que debemos tener cuidado con lo que decimos en persona y por internet. En lugar de decir algo negativo o potencialmente hiriente, debemos publicar cosas que inspiren y animen a los demás. Contenido negativo hay de sobra, pero podemos ser una luz en las redes sociales (Mateo 5:14-15).
Adaptado de: https://cvclavoz.com/