Lectura: Salmos 92:1-15

Hace algunos años, algunas personas de una iglesia se cuestionaron si era moral dar gracias a Dios por sus bendiciones, cuando había personas que estaban sufriendo.

La discusión surgió debido a que un tornado había azotado su ciudad, causando múltiples daños y muertes en el vecindario donde estaba la iglesia. Al siguiente domingo, algunas personas oraron dando gracias a Dios porque los había mantenido a salvo de ese fenómeno natural, lo cual enojó a quienes habían perdido a alguno de sus seres queridos en ese mismo evento.

Hubiera sido insensible si estas personas hubieran dicho: “Damos gracias a Dios porque esas tres personas que murieron no eran parte de mi familia”.  Pero no fue así, tan sólo habían expresado su gratitud a Dios por haberlos cuidado a ellos y a sus amigos, durante ese fenómeno de la naturaleza.

¿Has mantenido tu empleo este año? ¿Tienes buena salud? ¿Tienes un techo sobre tu cabeza y comida sobre tu mesa? En resumen, ¿estás bien? Entonces, ¿qué estás esperando? Da gracias a Dios por sus bendiciones; el salmista lo expresó de la siguiente forma: “Bueno es alabar al Señor, cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo” (Salmos 92:1).  Pero no te quedes en el agradecimiento, pide a Dios por aquellos que están sufriendo o que la están pasando mal en estos días, y haz lo que puedas para ayudarlos.

  1. No es malo dar gracias a Dios por las bendiciones que has recibido de parte de Dios; malo es no agradecer y compartir tus bendiciones con otros.
  2. La gratitud es una actitud que honra a Dios.be

HG/MD

“Bueno es alabar al Señor, cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo” (Salmos 92:1).