Lectura: 1 Pedro 4:1-6

Cuando la multitud está corriendo hacia la dirección equivocada es difícil ser el excéntrico extraño que se dirige hacia la dirección correcta. La mayoría de los participantes de la carrera de 10 000 metros a campo traviesa que organizaba la NCAA en Riverside, California, pensó Mike Delcavo se dirigía por el camino equivocado.  Él siguió saludando e indicando el error a los otros 127 corredores que le vieron en algún momento, pero sólo él y 4 más creyeron que habían tomado la ruta correcta, todos los demás competidores se habían perdido.

Cuando se le preguntó sobre la reacción a su decisión de no dejar que la gente determinará su dirección, Mike respondió: “Ellos pensaron que era gracioso que yo estuviera corriendo en el camino correcto».

Los paganos del primer siglo reaccionaron de la misma manera por el estilo de vida diferente de sus vecinos cristianos. El apóstol Pedro dijo: “A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan.» (1 Ped. 4:4). Los no creyentes siguen pensando que los seguidores de Jesucristo  van en la dirección equivocada. Pero, en realidad, los creyentes se dirigen a la corona del vencedor y un hogar celestial (2 Tim. 4:7-8).

La ruta que los no creyentes eligen les parece derecha a ellos, pero les lleva a la perdición eterna. Sigue por el camino correcto, no importa cuántos estén corriendo hacia el otro lado o que les parezca risible que tu camines por el buen camino.

1. El camino en el que estamos determina nuestro destino eterno; uno lleva a la vida eterna,
y el otro a la condenación eterna.

2. Es mejor estar en lo correcto, que ser popular.

NPD/VCG