Lectura: Filipenses 4:4-9

Hace tiempo leí un estudio sobre el cambio en el comportamiento de las personas que viajan en aviones. 

El estudio concluyó que las personas quienes hacen uso de este medio de transporte, están volviéndose más agresivas, y dentro de las causas detectadas están las siguientes:

  • Aumento de medidas de seguridad en los aeropuertos, las cuales hacen que muchas personas se sientan incómodas y hasta enojadas, debido a que en ocasiones son tratadas como delincuentes.
  • Aumento en los costos de los tiquetes y altos cobros por equipaje adicional.
  • Disminución de los servicios a bordo como: las comidas no incluidas o el espacio entre los asientos, malos servicios de entretenimiento, cobro por el internet, sobreventa de tiquetes, entre otros.

Cuando los creyentes en Jesús se enfrentan con enojos y agresividades, tienen la gran oportunidad de ser pacificadores. Pablo le escribió a la iglesia de Roma planteándole este desafío: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, tengan paz con todos los hombres” (Romanos 12:18). ¿Qué significa esto? Por un lado, que debemos controlar lo que está a nuestro alcance. No podemos controlar las actitudes de los demás, pero sí nuestras reacciones.

Cuando nos vemos rodeados de personas llenas de ira y de actitudes hostiles, podemos exhibir el corazón del Príncipe de paz al responder de una manera bondadosa y pacífica. De este modo, demostraremos la actitud de nuestro Salvador en un mundo de creciente agresividad.

  1. Tú puedes decidir la forma en la cual reaccionas ante una situación molesta, pide al Señor dominio propio para superarlas.
  2. unca menosprecies el poder de un testimonio; aunque no lo creas, muchas personas miran la forma en la cual reaccionas y te comportas, sé un buen embajador de Jesús.

HG/MD

“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).