Lectura: Filipenses 3:7-14

¡Necesitamos ir más rápido!, eso es lo que decía uno de los protagonistas de la película Parque Jurásico, mientras veía por el retrovisor del automóvil que se cercaba un enojado y hambriento Tiranosaurio Rex; el director también quiso usar un poco de humor al enfocar la frase que algunos retrovisores tienen, la cual indica: “Los objetos en el espejo pueden estar más cerca de lo que parecen”.

Esta irónica escena nos recuerda que muchas veces miramos por el espejo de nuestra vida y vemos los “monstruos” de nuestro pasado, errores, culpas o vergüenzas que se asoman para hacernos sentir mal e inseguros.

El apóstol Pablo entendía muy bien el poder que puede ejercer el pasado en nosotros.  Durante mucho tiempo él estuvo persiguiendo a creyentes, tan sólo por el hecho de que habían depositado su fe en Jesús (Filipenses 3:1-9).  Sin lugar a dudas, esto pudo haberlo hecho pensar muchas veces que él no era digno de ser ahora un siervo del Jesús a quien había perseguido.

Pero, con el tiempo entendió que debía mirar hacia adelante, encontró paz en su relación con Jesús y en la nueva vida que había encontrado en Él, por eso dijo: “…Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (vv.13-14).

Jesús nos ha liberado para vivir una vida plena en Él (Juan 10:10), no permitamos que esos “monstruos” del pasado dicten nuestro rumbo.

  1. Somos nuevas criaturas en Cristo “…las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
  2. Si eres una nueva criatura en Cristo, vive según esta verdad, has sido perdonado y amado, ahora comparte ese amor con otros (2 Corintios 5:18-20).

HG/MD

“Prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).