Lectura: Génesis 12:1-4

Un refrán popular dice que: “La vida es lo que nos sucede mientras hacemos otros planes”. Nuestra vida está llena de imprevistos y cambios de rumbo que en la mayoría de los casos son inesperados.

Abraham y Sarah son un testimonio de ello, seguramente pensaron que ya estaban viviendo los últimos días de su larga vida, cuando Dios les cambió los planes; le dijo a Abraham: “…Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1).  No obstante, esta pareja de ancianos fue obediente, empacaron sus pertenencias y partieron sin saber exactamente hacia donde iban, marcharon literalmente sin mapas, confiando en que Dios sabía que era lo mejor.

Abraham y Sarah, solo necesitaron su fe para comenzar, salieron hacia lo desconocido, en un viaje lleno de aventuras.  Dios nunca les dijo que iban a pasar por muchas dificultades y pruebas, antes de cumplir con su promesa de darles un hijo que llegaría a ser padre de una gran nación: el pueblo judío.

  1. Puedes hacer tus planes, pero escríbelos con lápiz, pues si estás dispuesto a ser obediente y seguirlo, Dios puede intervenir en ellos en cualquier momento para llevarte por caminos que nunca imaginaste.
  2. “El corazón del hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos” (Proverbios 16:9)

HG/MD

“No te maravilles de que te dije: “Les es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7)