Lectura: Romanos 12:1-21

A menudo se ha dicho que los periodistas que se dedican al reportaje de sucesos tienden a volverse insensibles y duros.  Una periodista de experiencia contó como superó esa tendencia, se decía a si misma que: “nunca debes dejar que las circunstancias y la presión te cambien para mal, si es así entonces debes empezar a buscar otro oficio”.  Para ella su trabajo era un oficio, y no dejaría que las experiencias malas de trabajo cambiaran su carácter, es cuestión de ser valiente y tomar las decisiones correctas.

Esto también puede aplicarse a otras áreas de nuestra vida; cuando recibimos mucha presión podemos reaccionar impulsivamente como la mayoría de la gente, o podemos tomar la decisión de ser valientes y ser diferentes; el apóstol Pablo hace referencia a esta realidad en la lectura devocional que hicimos: “No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Cuando nos sintamos presionados a conformarnos a las malas actitudes de la mayoría, debemos recordar que podemos ser diferentes, ser firmes y decir: “Este es el camino que he decidido caminar junto a Dios y es el correcto”.

  1. Siempre serás tentado a conformarte y a no luchar, recuerda que tu carácter comienza y continúa con una decisión: hacer siempre la voluntad de Dios.
  2. Un creyente debe reflejar el carácter y prioridades de Jesús.

HG/MD

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos delante de nosotros” (Hebreos 12:1)