Lectura: Mateo 13:1-9

En algunas granjas se especializan en la producción de vegetales y frutas gigantes, por ejemplo, en el 2023, el profesor de horticultura de Minnesota Travis Gienger de Anoka, consiguió un récord mundial en California por la calabaza más pesada, después de cultivar una calabaza gigante que pesaba 1,247 kilogramos (2,749 libras). ¡Más de 1.500 tartas podrían hacerse con semejante calabaza!

Cuando los reporteros preguntaron cómo pudo alcanzar ese tamaño, el granjero les dijo que se debía al terreno. Las semillas eran de una variedad especialmente grande, pero, aun así, el suelo debía ser el correcto, de lo contrario la calabaza no crecería bien.

Nuestro señor Jesús también utilizó una ilustración, en la cual comparó los diferentes tipos de terreno con la respuesta de una persona ante la Palabra de Dios (Mateo 13).

Algunas semillas fueron comidas por las aves y otras comenzaron a crecer, pero las hierbas malas las ahogaron. Incluso hubo unas cuantas que brotaron de inmediato, pero carecían de tierra para seguir creciendo.  No obstante, la semilla que cayó en tierra buena: “… dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno” (v. 8).

  1. Todos deberíamos preguntarnos: “¿Qué clase de terreno soy?”. El Señor desea plantar su Palabra en nuestro corazón para que crezcamos en su conocimiento cada día.
  2. Señor, queremos crecer en ti, has que nuestros corazones reaccionen correctamente a las verdades y principios que encontramos en tu Palabra para nuestro tiempo.

HG/MD

“Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” (2 Pedro 3:18).