Arqueología e Historia
En estos días cercanos al recordatorio del nacimiento de nuestro Señor, quisimos rescatar una noticia no tan nueva, pero que vale la pena recordar; especialmente cuando se debate continuamente si lo que se relata en la Biblia sucedió o no. En la Biblia se mencionan ciudades antiguas que muchos escépticos dicen que son un fraude, e incluso afirman que esas ciudades nunca existieron.
No obstante, en mayo de 2012 una noticia impactó a los que creen que la Biblia es un libro sin fundamento histórico. Un equipo de arqueólogos israelíes que hacía excavaciones en la ciudad de Jerusalén, encontró un pequeño sello de arcilla con una inscripción en hebreo antiguo que contiene tres pequeñas líneas, la primera línea dice “Beshava’at” (“en el séptimo”), haciendo referencia muy probablemente al año del reinado de un monarca; la segunda línea dice: “Beit Lejem” (Belén); mientras que la tercera lleva una “ch”, que se cree es la última letra de la palabra hebrea para decir “rey”. Es importante entender que la escritura hebrea antigua no contenía vocales y han de ser entendidas por el contexto.
Este descubrimiento demuestra la existencia de la ciudad de Belén en el reino de Judea, y posiblemente también en épocas anteriores. Ningún testimonio arqueológico hasta ahora, justificaba la existencia de esta ciudad de gran significado histórico, al ser, de acuerdo con la Biblia, el lugar de nacimiento de Jesús; pero también donde vio la luz el rey David, padre de uno de los grandes gobernantes del antiguo Reino de Israel, Salomón.
El líder del grupo de excavación, Eli Shukron, comentó que la importancia del descubrimiento viene dada debido a que, es la primera vez que se nombra a la ciudad de Belén fuera de los textos bíblicos.
El sello de arcilla encontrado, probablemente fue utilizado para sellar documentos administrativos o fiscales enviados desde Belén a Jerusalén, que era la sede del poder judío en aquella época, esta pieza también identifica a Belén como una zona comercial.
La pieza de arcilla de tan sólo 1,5 cm de ancho, data de los siglos VII y VIII a. C., aproximadamente 500 años después de las cartas de Amarna, una correspondencia egipcia de los faraones sobre las ciudades vasallas de esa época, donde también se menciona a Bit-Ninib que según se cree es la ciudad de Belén, que forma parte de la tierra de Jerusalén.
Aunque este tipo de descubrimiento no le agrade a algunos, la Biblia sigue siendo un documento antiguo legítimo que tiene bases históricas y arqueológicas que lo comprueban.
Si la Biblia es creíble en su historia y precisión geográfica, quizás también debas llegar a la conclusión que su contenido lo es; vale la pena recorrer sus páginas, ahí encontrarás mucho más que historia, encontrarás el camino a la vida eterna.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Juan 14:6.”
Fuente: https://www.hola.com/actualidad/2012062559218/belen-biblica-israel-salomon-david/
Un sello de arcilla contiene la referencia más antigua sobre Belén
Arqueología Bíblica. Hallan la primera prueba de la existencia de la ciudad de Belén