Lectura: 2 Corintios 5:12-21

Cuando unos misioneros compartieron el evangelio en uno de los pueblos más alejados de Rusia, no se imaginaron el impacto que su ministerio tendría sobre las personas del lugar.

Tiempo después de la llegada de los misioneros, el alcalde los invitó a asistir a una reunión en su casa, y entre los muchos comentarios mencionados que les hizo ese día, estuvo el siguiente: “Hemos notado que cuando las personas asisten a su iglesia, luego de un tiempo cambian, es como si nacieran de nuevo”. Además, el alcalde les preguntó si su iglesia estaría dispuesta a trabajar con las familias y jóvenes en riesgo social.

Sin saberlo, aquel hombre estaba describiendo lo que verdaderamente les había ocurrido a muchas de las personas al ser expuestas al poderoso mensaje del evangelio.  Habían nacido de nuevo por la fe en Jesús, quien murió y resucitó por cada una de esas personas que habían respondido al evangelio; ahora eran nuevas criaturas (2 Corintios 5:17).

Las preguntas que debemos hacernos cada uno de nosotros, quienes hemos depositado nuestra fe en Jesús, son: ¿las personas a nuestro alrededor han notado que hemos nacido de nuevo? Alguien nos ha preguntado ¿por qué eres diferente?

  1. Más poderosa que las muchas palabras, es una vida que refleje el carácter y prioridades de Cristo.
  2. Una vida transformada es el resultado de un corazón transformado.

HG/MD

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).