Lectura: Gálatas 5:16-26

Es interesante observar las bandas de música de las escuelas secundarias, estos jóvenes músicos marchan llevando siempre el paso.   Ya sea que estén frente a un panel de jueces en una competencia escolar, a la mitad de un partido de futbol o frente a una multitud en un desfile alusivo a una fecha patria.  No importa la circunstancia mantienen el paso y mueven a una, con los tambores, los instrumentos de viento y el director de la banda.

Gálatas 5:25 afirma: “Si vivimos por el Espíritu, también andemos por el Espíritu”.  Esa última frase también se puede entender como: “Llevemos el paso con el Espíritu”. Significa que a medida que avanzamos en nuestro andar con Cristo, hemos de seguir la guía del Espíritu.  Hemos de estar en armonía con Él.  Si perdemos el paso, seguimos una cadencia equivocada, o nos desviamos del sendero correcto, los resultados son obvios (Gál.5:19-21).

¿Cómo podemos saber si llevamos el paso con el Espíritu?  Pablo lo expresó claramente en Gálatas 5.  No practiquemos las obras de la carne que mencionan los versículos 19 al 21.  Más bien, el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23).  Este fruto debe ser evidente en nuestras vidas.

  1. ¿Cómo te evaluarías a ti mismo cuando de llevar el paso con el Espíritu se trata? ¿Están en un mismo paso y se mueven a una?  ¿O sigues el paso de tu propio tambor?

 

  1. Si llevas el paso con Dios, estarás desfasado con el mundo.

 

NPD/DCE