Lectura: Filipenses 4:6-9
En los últimos años hemos vivido algunas crisis económicas a nivel mundial; como resultado de ello muchas personas se quedaron sin trabajo, y empresas que se consideraban muy estables, en algunos casos tuvieron que cerrar sus puertas. De hecho, creo que todos conocemos historias de casos, de algún conocido o familiar, que ha tenido que pasar por esta situación.
No obstante, como creyentes en Jesús podemos tener paz en medio de la incertidumbre porque estamos seguros de que nuestro Padre celestial nos ama y se ocupa de las necesidades de sus hijos (Mateo 6:25-34). De hecho, tenemos el privilegio de presentarle todas nuestras preocupaciones con una actitud de agradecimiento, confiando en que Él suplirá lo necesario y nos dará su paz (Filipenses 4:6-7).
El apóstol Pablo escribe: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). Decir que la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento, literalmente implica que como humanos no podemos explicarla, pero sí experimentarla mientras Él guarda nuestro corazón y mente.
Ciertamente, nuestra paz nace de la seguridad de que el Señor nos ama y controla todo lo que sucede, de hecho, es el único que nos da consuelo para calmar nuestros nervios, llenarnos de esperanza y permitir que nos relajemos aun en medio de cambios y desafíos.
- Aunque existan momentos de incertidumbre, podemos confiar en que tenemos la paz de Dios que nos sustenta y cuida.
- Señor, muchas gracias por tu amor y control de todo cuanto pasa en nuestras vidas aun en medio de las crisis.
HG/MD
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).