Plan de Lectura: Jeremías 36 – 38
¡Por algo será que les enseñamos a nuestros hijos, desde que comienzan a tener uso de razón, a ser desconfiados! Todos sabemos que si nos descuidamos, tenemos la misma experiencia que el Chapulín Colorado, y tarde o temprano llega el momento en que bien podemos decir, como el popular humorista mexicano: “Se aprovechan de mi nobleza.” Lo que necesitamos es aprender de las experiencias de los demás a fin de evitar tales incidentes. Así podremos, también como el Chapulín, decir con sinceridad: «Lo sospeché desde un principio.» Y después de salir bien librados de la trampa que nos han tendido los tales cazadores de personas ingenuas, estaremos en condiciones de exclamar triunfantes: “¡No contaban con mi astucia!”
La vida de Jeremías fue muy agitada: Cinco reyes de Judá, 41 años de ministerio, fue testigo de la conquista, la destrucción y el cautiverio por Nabucodonosor, y lo más difícil fue ser testigo de cómo su pueblo rechazaba las profecías de Dios. Al final le persiguieron por decir la verdad.
1. ¿Qué opinas al ver la forma astuta que Jeremías usaba para llevar su mensaje? ¿Cómo piensas que Jeremías pudo recordar tantas profecías de más de 23 años?
2. ¿Cómo reaccionaron los oyentes de la lectura de estas profecías en el Templo? ¿Cómo reaccionó el rey? ¿Cómo reaccionó Dios ante lo que hizo el rey?
3. ¿Cómo evalúas el mandato del último rey de Judá, Sedequías? ¿Cuáles eran sus virtudes y cuáles su defectos?
4. ¿Por qué crees que Dios permitió tanto sufrimiento para Su siervo Jeremías? ¿Qué crees que Jeremías aprendió de Dios en esos sufrimientos? ¿Qué aprendes tú de ellos? ¿Por qué crees que fueron los religiosos sus principales perseguidores?