Lectura: Isaías 55:6-9

Si alguna vez tienen la oportunidad de visitar Costa Rica, no se pueden perder la posibilidad de visitar un parque nacional llamado Volcán Arenal. Es un macizo activo ubicado en la zona norte del país donde se pueden realizar actividades de aventura, dar un paseo en la laguna utilizada para generar energía hidroeléctrica, o relajarse en sus aguas termales, y quizás, ver la imponente estampa del volcán Arenal.

¿Por qué digo quizás verlo?  Porque, como muchas de las grandes montañas, a menudo pasa escondida entre las nubes. Hay muchos turistas que vienen a visitar esa zona y se van sin poder ver el esplendoroso cono del Arenal, debido que en muchas ocasiones sólo se ve la parte inferior, la superior o del todo no se ve, y para muchos esto no significa nada ya que quedan satisfechos por las otras cosas que hicieron y lo que vieron, aunque en realidad se perdieron de una bella estampa de la naturaleza.

A menudo nos quedamos satisfechos con nuestra visión limitada de la vida, dándonos por vencidos u ofreciendo el mínimo esfuerzo en lo que hacemos.  Pero esto no debería ser así, recordemos lo que dice Jeremías 29:11 “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza”. 

No debemos olvidar que Dios tiene una visión completa de este mundo y lo que pasa en él, Él tiene un plan especial y específico para nuestra vida, quiere que sirvamos a otros, que logremos metas, que aprendamos de nuestros fallos, que nuestro carácter y prioridades sean cada vez más parecidos a los de Cristo.

  1. Sin dudas nuestra visión está limitada debido a nuestra condición humana, es por ello que debemos de depender de Aquel que tiene una visión ilimitada.
  2. Vemos en parte, Dios ve todo.

HG/MD

“El corazón del hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos” (Proverbios 16:9).