Lectura: 1 Corintios 2:1-16
Uno de los grandes predicadores del siglo XIX Charles H. Spurgeon, contó la historia de una mujer que le dijo al extraordinario pintor Joseph Turner: “¿por qué usas colores tan extravagantes en tus cuadros, nunca he visto nada así en la naturaleza?”. “Y no le gustaría verlo, señora”, le dijo él. Él sí los veía, aunque ella no pudiera.
Algo similar ocurre, con los creyentes en Cristo, quienes podemos distinguir verdades espirituales que los incrédulos no pueden reconocer, debido al Espíritu Santo que mora en nosotros desde el momento en que nacemos de nuevo. Él nos da el entendimiento que sería imposible sin Su presencia, tal como lo dice 1 Cor. 2:10: “Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios”. Gracias al Espíritu Santo podemos comprender las verdades que encontramos en la Palabra de Dios, apreciando sus dones y bendiciones inmerecidos. Esas son cosas que a los no creyentes se les hace imposible apreciar con sus sentidos naturales.
Cuando lees y estudias la Biblia de forma habitual, y asistes y tienes comunión en una iglesia local que escudriña la Palabra de Dios, hablas con Dios diariamente y además te apoyas en el Espíritu, Santo, puedes estar seguro que te será más sencillo entender la voluntad de Dios para tu vida.
- El discernimiento espiritual tan sólo está disponible si has confiado en Jesús como Salvador y Señor de tu vida.
- Puedes estar seguro de que el Espíritu Santo te puede guiar para que tengas una relación creciente con Dios.
HG/MD
“Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente” 1 Cor. 2:14.