Lectura: Hechos 10:1-8

Un importante senador cayó del «Libro Verde», la lista de la élite de la sociedad de Washington a la que siempre se le invita a las actividades especiales. ¿Por qué le sucedió esto al Senador?  Porque dejó de asistir a estos eventos. En su lugar, se fue a casa cada noche para estar con su familia.

Luego se descubrió que tenía cáncer.  El senador tuvo que hacer una difícil decisión con respecto a su carrera política.  La noche antes de que anunciara su decisión de no buscar la reelección en su cargo, le dijo a su esposa: “Ya sabes, lo único que probablemente nunca será recordado es que yo amaba a mi esposa.” A lo que ella respondió: ¡Y ¿qué hay de malo en eso?”

Las familias que se basan en el amor, el respeto y la fraternidad, en lugar de las que basan su proyecto familiar en los ascensos sociales o en la búsqueda de “carreras exitosas” son las que traen verdadera esperanza a una nación.  Y cuando estas familias con sus valores reflejan el amor a Jesucristo, ocupan un lugar especial en el plan de Dios para la humanidad.

Cornelio era un soldado romano que temía a Dios antes de llegar a conocer a Cristo. Dios lo usó para difundir el evangelio a los gentiles (Hechos 10:24-48). Roma podría haber utilizado más familias como la suya.

Las familias que buscan la voluntad de Dios para sus vidas, proporcionan estabilidad a los individuos y las naciones cuando les golpea la adversidad.

Pensemos en estas cosas:
1. ¿De qué manera las familias fuertes brindan estabilidad a una nación?
2. ¿Mis padres me enseñan acerca de Cristo? ¿Cómo puedo ser una influencia positiva para mi familia y mi nación?
3. Una nación es tan fuerte como sus familias.

NPD/DDH