Lectura: Santiago 1:2-12
Hace algunos años tuvimos un visitante no invitado en nuestra casa. Durante una noche que me levanté un momento para ir al baño, me encontré con un escorpión en el camino. Estos animales conforman el grupo de los artrópodos “arácnidos”, y son muy importantes para el ecosistema; no obstante, no son de mis criaturas favoritas de la creación de Dios, y por supuesto no me gusta que entren en nuestra casa durante la noche, sin invitación.
Existe también otro visitante inoportuno que suele invadir nuestras vidas sin invitación, me refiero al sufrimiento. Cuando nos visitan las pruebas podemos paralizarnos debido al pánico o desanimarnos fácilmente.
No obstante, estas situaciones complicadas pueden transformarse en instrumentos que en su infinito amor nuestro Padre celestial utiliza para hacernos más parecidos a Cristo. Por eso, Santiago escribió: “Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa…” (Santiago 1:2-4).
- Por supuesto, nadie está diciendo que debemos disfrutar de las pruebas o celebrar el sufrimiento. Pero, cuando llegan estos visitantes no invitados, podemos buscar la mano de Dios en ellos y usarlos para parecernos más a su Hijo.
- Permite que Dios te guíe cuando el camino parezca más oscuro que nunca.
HG/MD
“Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza” (Romanos 5:3-4).
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