Lectura: Colosenses 1:24-29

El 6 de agosto de 1945, Kanji Araki, entonces un pequeño que recién había comenzado a caminar, estaba jugando en el suelo. Aunque había sonado una sirena dando una alarma de un ataque aéreo, muy pocos prestaron atención alguna ya que Hiroshima había escapado anteriormente a un bombardeo. Entonces, un destello enceguecedor encendió el cielo. El aire sobrecalentado irrumpió a una tremenda velocidad, derribando edificios y prendiéndole fuego al centro de la ciudad. En los días que siguieron a la detonación nuclear, la abuela, el hermano, y la hermana de Kanji murieron por la radio toxemia.

A medida que crecía, Kanji experimentó un conflicto emocional por aquellos que sufrieron y murieron debido a la bomba. Sus padres eran cristianos, pero Kanji adoptó una visión secular de la vida. Sin embargo, sentía un vació cada vez mayor en su interior. Comenzó a estudiar la Biblia para descubrir por si mismo quien es Jesús. En un momento decisivo espiritual, Kanji puso su confianza en Cristo, y su corazón vacío fue llenado de la maravillosa convicción de Dios. Cuando el Señor lo llevó al ministerio, Kanji citó 1 Corintios 6:20 y dijo, “Fui librado de la muerte para que mi vida pudiera tener un propósito más elevado en el servicio a Dios.”

El apóstol Pablo también había sido librado para servir a Dios, dijo: “Fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio vuestro, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios” (Colosenses 1:25).

1. ¿Qué te ha encomendado Dios? Sabes, eres un embajador de Cristo, no lo sabías lee: 2 Corintios 5:20.

2. Si no sabes todavía en que puedes servirle al Señor, primeramente ora al Señor, y luego habla con creyentes maduros que te conozcan y puedan recomendarte en que puedes ser útil para obra.

NDP/HDF