Lectura: Romanos 13:1-7

A los jamaicanos les preocupaba recientemente que la tasa de asesinatos en su país estaba alcanzando una altura histórica. Había vivos debates por parte de los buenos ciudadanos que buscaban soluciones.

Dos enfoques comunes típicos llegaron en forma de cartas al editor de un periódico jamaicano. Una de ellas decía, “A menos que nuestros eruditos…los responsables de formular las políticas y los representantes políticos busquen respuestas con seriedad, el futuro de nuestra nación es funesto.” La otra observaba, “Es el momento de tratar el meollo del problema,  que el pueblo de Jamaica vaya… no al Ministro de Seguridad Nacional sino a Dios mismo.”

Un problema, dos perspectivas: La propuesta totalmente secular, la cual se apoya sólo en la sabiduría del hombre; y el enfoque divino, que depende de Dios y de aquéllos que lo aman.

Necesitamos ambos: un gobierno ordenado por Dios que se ocupe de las personas (Romanos 13:1-7); y personas que tengan una opinión apropiada de Dios y de Sus pautas para la vida (Proverbios 14:33).

Sin importar dónde vivimos, debemos orar por aquéllos que están a cargo, pidiéndole a Dios que les dé dirección. Luego también debemos trabajar y orar para que las personas,  una por una vean su necesidad de Jesús y su dependencia del Señor.

Al combinar ambas perspectivas, podemos marcar una diferencia.

1. Aunque en ocasiones se nos dificulte por no haber sido nuestro candidato, ¿Hace cuánto no oras por tus lideres políticos?  La Biblia nos dice que debemos hacer esto.

2. Cuando las cosas no le van bien al gobierno de turno, ¿la iglesia ora por los gobernantes?  En ocasiones olvidamos que estos fueron puestos por Dios.  Piénsalo y ora.

NPD/JDB