Lectura Isaías 26:1-4

A veces la vida puede parecer insoportable. El dolor físico, las decisiones difíciles, las penurias financieras, la muerte de un ser querido, o los sueños hechos pedazos nos amenazan con sepultarnos.  Nos volvemos temerosos y quedamos perplejos. Plagados de dudas, puede que incluso se nos haga dificil orar.

Aquellos de nosotros que conocemos al Señor por medio de la fe personal en Cristo tenemos en Él un refugio de calma en las tormentas de la vida, aun cuando los vientos huracanados de las prubas están azotando sobre nuestras cabezas. Podemos experimentar paz mental y calma de espiritu.

Richard Fuller, un ministro del siglo XIX, contó de un antiguo marinero que dijo, “En las feroces tormentas, debemos poner el barco en cierta posición y mantenerlo alli.” Fuller dijo, “Esto, Cristiano, es lo que debes hacer… Debes poner tu alma en una posición y mantenerla allí. Debes sostenerte en el Señor; y, lo que sea que venga – vientos, olas, mares malos, truenos, rayos, rocas amenazantes, olas grandes y rugientes – no importa que, debes aferrar tu confianza en la fidelidad de Dios y en Su amor eterno en Cristo Jesus.”

1. ¿Te sientes abrumado por tus problemas? Aprende la leccion de ese viejo marinero. Fija tu mente en el Señor.

2. ¿Le has pedido ayuda?  Pues pídesela. Luego confia en Él para que te de paz en tu tormenta (Filipenses 4:6-7).

NPD/RWD