Lectura: Génesis 4:20-22
Hace pocos días, en agosto, se acaban de cumplir 77no. aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima, Japón. En tan sólo un segundo, murieron unas 70.000 personas; en los registros de la historia humana es la mayor cantidad de personas que han muerto en masa en un solo instante. Se estima que los resultados de la explosión tanto inmediatos como a largo plazo, más la que afectó a Nagasaki al día siguiente, cobraron la vida de un cuarto de millón de japoneses.
Este fue uno de los últimos incidentes de este periodo tan oscuro de la historia humana, la Segunda Guerra Mundial, en la cual se estima que murieron entre 50 a 60 millones de seres humanos. Y todo esto vino junto con los “esfuerzos” de científicos, ingenieros y técnicos, quienes elaboraron algunas de las armas de destrucción masiva más horribles, armas que todavía hoy amenazan al mundo.
Al mirar el registro de Génesis 4 en nuestra lectura devocional, leemos sobre los “padres” de aspectos específicos del desarrollo humano más importantes de esa época, por ejemplo, el pionero de la cría de animales domésticos y elaboración de tiendas fue: Jabal, en el campo de los instrumentos musicales fue: Jubal y en la metalurgia fue: Tubal-caín.
Resulta interesante que, desde el inicio de la civilización, Dios le diera al ser humano las habilidades, destrezas y creatividad para que lograra transformar cosas que al parecer no tenían mucho provecho; pero que, luego de pasarlas por un proceso de transformación fueron útiles para las labores del hogar, como son los cuchillos, y para cubrirnos o tranquilizarnos, las suaves notas musicales de un instrumento.
Tener una cosmovisión bíblica es ver las cosas teniendo en cuenta los principios revelados en la Biblia, y esto nos brinda algunas directrices para el uso de los recursos con que Dios nos bendijo y que están disponibles en la naturaleza, estos recursos no deben usarse para promover ganancias egoístas, abusos de la creación, tomar ventaja de los pobres o necesitados, ni por supuesto, para la destrucción indiscriminada de personas quienes como nosotros tienen algo en común, fueron creadas a la imagen de Dios.
- Siempre será correcto hacer un autoexamen de nuestra vida para determinar si los esfuerzos que estamos haciendo, están acordes con los principios bíblicos que decimos respetar y seguir. Así cumpliremos el primer mandamiento dejado por nuestro Señor: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mateo 22:37).
- Usemos los avances tecnológicos o de cualquier tipo para los fines correctos y nunca para traer dolor a nuestros semejantes, así cumpliremos el segundo mandamiento dejado por nuestro Señor: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).
HG/MD
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mateo 22:37).