Lectura: 1 Corintios 15:1-11
Poco tiempo después de que concluyera la revolución francesa, un hombre intentó comenzar una nueva religión con la cual estaba convencido de que superaría al cristianismo. Sin embargo, poco tiempo después se desilusionó por su falta de éxito.
Por esta razón decidió revelarle su frustración a un amigo religioso y le preguntó qué podía hacer, entonces el hombre le respondió que no era tarea fácil comenzar una nueva religión, tan difícil era, que no tenía nada que pudiera sugerirle. Pero, después de un momento de reflexión dijo: “Si quieres considera este plan: ¿por qué no te crucificas y resucitas al tercer día?”
El sólido fundamento de la fe cristiana es una tumba vacía. El Nuevo Testamento declara que la muerte de Cristo pagó la pena por nuestro pecado. Sin embargo, ¿cómo puede saber alguien con certeza que la crucifixión de Cristo fue aceptable para Dios? No importa lo que nosotros creamos de la muerte de Cristo, lo que importa es lo que Dios cree.
La aprobación de Dios del sacrificio de Cristo quedó demostrada con la resurrección. Es el comprobante firmado por Dios de que Él está totalmente satisfecho. Sin la resurrección, el cristianismo no tiene mucho más que ofrecer al mundo que lo que ofrecen otras religiones. Pero el hecho de que Cristo murió y resucitó de entre los muertos “es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).
- La resurrección es el “Amén” del Padre al “consumado es” del Hijo.
- Comparte con otros la fe que tienes en tu corazón, la cual está basada en la tumba vacía y en la esperanza del pronto regreso de nuestro Rey y Señor.
HG/MD
“Porque no me avergüenzo del evangelio pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primero y también al griego” (Romanos 1:16).
Gracias por este mensaje tan claro y esperanzador. A veces olvidamos que nuestra fe no se basa en ideas o emociones, sino en un hecho real: ¡la tumba vacía! Qué consuelo saber que la resurrección de Jesús es la garantía de que todo está cumplido. Me anima a vivir con más confianza y a compartir esta verdad con alegría.
Maravilloso mensaje, con una verdad absoluta la muerte y resurrección de aquel que nos amo, no hay nada más que decir ni nada que se pueda hacer ante ese suceso, El vive y reina por los siglos de los siglos.