Plan de Lectura: Jeremías 33 – 35.
Nunca sabes cuándo vas a necesitar más el consuelo de Dios o cuando su cuidado será tu única esperanza para enfrentar el mañana.
Un día de 1932, el pianista cantante Thomas A. Dorsey descubrió la necesidad que tenía del consuelo de Dios. Dejó a su esposa que estaba embarazada, en su casa de Chicago mientras él se fue conduciendo a San Luis a cantar en una reunión de reavivamiento. Todo salió bien, y la multitud respondió con entusiasmo. Cuando terminó de cantar, recibió un telegrama con la trágica noticia de que su esposa había muerto en el parto. Unas horas después también el bebé murió.
Lleno de aflicción, Dorsey buscó respuestas ¿Debió quedarse en Chicago y no ir a San Luis? ¿Había sido Dios injusto? Unos días después de la muerte de su esposa Nettie, Dorsey se sentó en el piano y empezó a tocar. Finalmente, sintiendo la paz y la cercanía de Dios comenzó a cantar una nueva letra y a tocar una nueva canción:
“Precioso Señor; toma mi mano;
Guíame sostenme;
Estoy cansado, débil y exhausto;
En medio de la tormenta y la oscuridad;
Guíame a tu luz;
Toma mi mano, Señor; llévame al hogar.
¿Tienes un problema que sea demasiado grande para ti? ¿O una pena demasiado profunda? Pon tu mano sobre la del Señor. Deja que el “Dios de toda consolación” te guíe al hogar.
Luego de haber leído estas profecías nadie debería dudar que Dios tenga un plan con Israel en específico y un Plan Eterno que abarca todas las edades y naciones.
1. ¿A quién van dirigidas las promesas del capítulo 33? A estas palabras de Jeremías en ocasiones se les ha dado el nombre de: “El libro del Consuelo”. ¿Cuando estás en problemas, en quién buscas consuelo?
2. ¿Cuál es el plan de Dios para Israel y Jerusalén? ¿Cómo lo llevará a cabo? ¿Cuándo piensas que sucederá? ¿Qué garantía da Dios de Su fidelidad?
3. ¿Qué profetizó para el Rey Sedequías? ¿Qué piensas que podría haber sucedido para que renegaran su pacto con los siervos librados? ¿Cómo se describe el rito de hacer pactos? (Gén. 15:9, 10) ¿Qué te enseña acerca de Dios?
4. ¿Por qué no tomaban vino los recabitas? Su antepasado Jonadab había ayudado al rey Jehú dos siglos atrás en su cruzada para poner fin al culto de Baal en Israel (2 Rey. 10:15,23). ¿Qué otras cosas legítimas les fueron prohibidas por su antepasado Jonadab? ¿Por qué estaban en Jerusalén? El argumento de los recabitas no era si sus costumbres eran correctas o no o por qué las adoptaron, sino su fidelidad a su regla.
Gracias, por compartir este testimonio de vida, mi familia y yo también somos testimonio del poder y de la grandeza de nuestro verdadero Dios y padre celestial, Jehová, en el nombre de Cristo Jesús, la gloria y la honra es para Él. Sé que Dios es bueno y su misericordia es eterna, en mi hogar nos han pasado muchas situaciones tristes y lamentables, pero de todas nos ha librado Dios,nunca hemos dudado de su amor y de su poder.Recordemos que Cristo Jesús, no se tarda ni se adelanta, llega en el momento justo. Bendiciones para todos.
La Gloria sea para Dios