Lectura: 1 Reyes 19:1-18

La vida es todo un desafío, es por ello que la mayoría de nosotros anhelamos una espiritualidad muy práctica que nos ayude a lidiar con los desafíos que enfrentamos a diario.  Sin embargo, la Biblia nos advierte sobre esos predicadores que enseñan que la vida cristiana está llena de fantasías y fábulas: “Desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7), “…apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:4).

Dios en su infinita sabiduría, ejemplificó con la venida de Jesús a la tierra, que es posible vivir la vida cristiana de tal forma que podamos desarrollarnos en nuestra vida cotidiana, trabajos, estudio, casa, y al mismo tiempo crecer diariamente en nuestra relación con Dios, tal como lo hizo Jesús: “El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él” (Lucas 2:40).

La forma en la cual Dios le enseñó a Elías, nos muestra claramente este principio. Cuando Elías se deprimía al ver la apatía de su pueblo, el Señor no le dio un curso de teología avanzada, sabía que lo que necesitaba era descanso, comida y sueño.  Sólo hasta que lo vio recuperado, lo confrontó amablemente para que reconociera el error que había cometido al huir de su misión. 

  1. Si estás viviendo un momento difícil en tu vida, ya sea en tu trabajo, estudio, hogar o en tu relación con Dios, lo primero que tienes que hacer es tomar un tiempo a solas para reflexionar, duerme un poco, tómate un día libre y luego de ello busca nuevamente la dirección de Dios; ora y acepta humildemente su voluntad.
  2. Recuerda que el Señor desea que te mantengas sano; descansa lo suficiente, aliméntate bien, sigue los principios aplicables para nuestro tiempo.

HG/MD

“Tú pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1).