Lectura: Mateo 5:1-12

El Gran Telescopio Canarias es el mayor telescopio óptico del mundo y se encuentra en la cima de un volcán extinguido, en La Palma, Islas Canarias. Inaugurado por los reyes de España en julio de 2009, brinda a los astrónomos una visión inusualmente clara de los cielos. Ubicado a 2.396 metros de altura, está por encima de la cobertura nubosa, donde los vientos predominantes son secos y sin turbulencias. Allí, cerca del paralelo del Ecuador, los científicos pueden estudiar todos los cuerpos celestes del hemisferio norte y parte de los del sur.

El Señor también escogió la ladera de un monte para enseñar a sus discípulos y a las multitudes, sobre las características de una vida consagrada a Dios.  Pero, la clave y claridad de su mensaje no fue la altitud sino la actitud, la cual nos puede brindar una visión clara de Dios.

En este maravilloso mensaje, conocido también como las Bienaventuranzas, el Señor dijo a los presentes: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). 

Esta bienaventuranza no aplica para aquellos que tratan de tener un corazón limpio por sus propios medios, sino para todos los que han entendido su necesidad de Él.  La clave para tener un corazón limpio ante los ojos de Dios, es aceptar su perdón por medio de su Hijo Jesús, tal como lo expresó el apóstol Juan: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).  Sólo así podremos ver claramente la voluntad de Dios para nuestras vidas.

  1. La cima de una montaña es un gran lugar para ver las estrellas en una noche despejada, pero si queremos ver a Dios, necesitamos tener un corazón perdonado por Él.
  2. Debemos mantener nuestra mirada puesta en Jesús, el autor y consumador de la fe.

HG/MD

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).