Lectura: Juan 14:1-6
El cambio de siglo hizo que las personas hicieran todo tipo de locuras, algunos hicieron refugios, otros se preocupaban porque los sistemas de cómputo funcionaran luego de ese día, otras personas hicieron reservaciones en complejos turísticos de alto nivel o en lugares exóticos, se dice que hoteles como el London Savoy, o el Rainbow Room de Nueva York o el Waldorf Fastoria, donde las noches sobrepasan los 1000 dólares la noche, estaban sobrevendidas hasta en un 200%, así que muchos no pudieron obtener una reservación en esos sitios de prestigio, para despedir el 31 de diciembre de 1999 y darle la bienvenida al 1 de enero de 2000.
Para muchas personas, el final de siglo 20, y el inicio de un nuevo milenio, trajo esperanza de que la vida fuera diferente, y como muchos de nosotros que pasamos ese momento de la historia, la vida continuó como cualquier otro inicio de mañana. El sol dio su calor, la lluvia siguió cayendo, las personas tuvieron que salir a trabajar y los jóvenes tuvieron que seguir estudiando, la gente continuó muriendo y naciendo.
Sabemos que nadie que esté vivo hoy, verá con sus ojos el año 3000 ya que nadie puede escapar de la muerte, así que todos debemos contestar una pregunta muy personal que nos debería poner a pensar: ¿Te has cerciorado de tener reservaciones en el cielo? Aun no es demasiado tarde. Necesitas poner tu confianza en el Señor ahora mismo, para tener el perdón por tus pecados. Haciendo esto tendrás una reservación garantizada para ese hogar de gloria, “En la casa de mi Padre muchas moradas hay. De otra manera, se los hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para ustedes” (Juan 14:2).
- Haz tu reserva para el cielo hoy, con ello estarás seguro de celebrar con el Señor toda la eternidad.
- Nunca es demasiado pronto para tomar una decisión que determinará tu eternidad.
HG/MD
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6)