Lectura: Mateo 25:31-46
Esta parábola cierra el ciclo de enseñanzas sobre los tiempos finales en el monte de los Olivos; el Señor ha compartido duras advertencias y oportunidades de servir que todos nosotros tenemos, y en estos versículos encontramos una clara referencia al juicio final de Dios.
La base para ese juicio es la respuesta al plan de salvación provisto por el Señor, evidenciado por frutos que demuestran el cambio en nuestro ser; no debe entenderse que las obras en sí mismas nos harán salvos, más bien son el resultado de una vida nueva en Cristo ya que hemos sido salvados por gracia y no por obras (Ef.2:8-10). El Señor nos da tan sólo uno de los tantos ejemplos que se pueden dar con respecto a nuestro servicio, el ser caritativo con nuestro prójimo debido al amor que tenemos por Cristo.
En la otra cara de la moneda nos encontramos con los religiosos y los incrédulos que han sido condenados debido a una falsa respuesta a Jesús (“Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?”) y a su conducta pecaminosa sin arrepentimiento. Estos religiosos fueron personas inexcusables, pues tuvieron al Señor tan cerca y no le reconocieron, ni le adoraron.
Finalmente el Señor pronuncia las palabras de condena para estas personas: quienes no respondieron a su invitación = “castigo eterno” y a los que respondieron a su llamado de: “Ven y ve” = “vida eterna”.
- Tan sólo existen dos caminos en la vida y los dos tienen consecuencias eternas, ¿cuál decidirás tomar?
- Te invitamos a ser de bendición para otros en las formas y maneras que el Señor te indique y en la medida de tus posibilidades, nadie es tan pobre como para no dar parte de lo que Dios le ha dado.
MD/HG
Jesús: Nos enseña que tan sólo existen dos caminos. “Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Mateo 25:46.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.