Lectura: Mateo 23:13-28
Muchos delincuentes enjuiciados por sus crímenes, esperan encontrar vacíos legales para evitar que ser castigados. Los que tienen suficiente dinero, con mucho gusto pagan altos honorarios por servicios de abogados para que estos puedan descubrir esas trampillas de evacuación para sus clientes, llamados comúnmente “subterfugios legales”.
La búsqueda de lagunas o zonas grises también se lleva a cabo fuera de las salas de juicio. Por ejemplo, hace algunos años, la revista The Spectator publicó un artículo titulado: “Incluso la Ley de Dios tiene lagunas.” Se habla de un rabino en Jerusalén que elaboraba ingeniosas maneras de permitirse a sí mismo y a otros, eludir la ley y las tradiciones judías del Antiguo Testamento. El rabino insistía en que no estaba tratando de ayudar a sus “clientes” a desobedecer la ley. Él decía: “La ley de Dios es perfecta. Si Dios dejó un vacío legal, fue por alguna razón. Y estamos autorizados a usarla”.
En Mateo 23, Jesús habló en contra de los líderes religiosos que hábilmente retorcían las leyes de Dios en su propio beneficio. Lo cual enfureció a Jesús por la hipocresía de la auto-conveniencia de sus argumentos.
¿Entonces que creen que nos diría Jesús en la actualidad? ¿Tendemos a veces buscar escapatorias de la clara enseñanza de la Escritura para justificar nuestra desobediencia ante Dios y disminuir nuestro sentimiento de culpa? ¿O cumplimos en nuestra vida el ejemplo del salmista, quien declaró muy simplemente: » Hasta soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tus mandamientos» (Sal. 119:100)?
1. La Palabra de Dios nos fue dada para nuestro bien, no tratemos de elegir las partes que más nos gustan, para luego vivir en nuestro propio camino.
2. El propósito de la Biblia es para iluminar nuestro camino, no para cubrir nuestras huellas.
NPD/VCG
Asi es, muchas veces cuando estamos lejos de Dios y queremos justificar lo q hacemos que no está bien a sus ojos, buscamos esas zonas grises en la Biblia que casi siempre se prestan para mas de una interpretación y nos escudamos allí. 3n realidad nos engañamos a nosotros mism3os porque Dios conoce todo de nuestra vida, es solo por apariencia como los fariseos.
Realmente no podemos llevar la vida en Cristo a nuestra conveniencia en el lobro de Apocalipsis nos dice por cuanto no eres ni frío o caliente te vomitare fe mi boca,mejor llevemos nuestra vida en obediencia y si pecamos abogado tenemos para con Dios a Jesucristo.
excusas nunca faltaran para procurar hacer la voluntad propia y n la de Dios, por tanto o somos o no somos, así de claro, no hay mas x mas vueltas k le demos a este asunto, Josue declaró tajantemente: yo y mi casa serviremos a Jehova…………ustedes escojan a quien servirán
Es triste ver como actualmente muchas personas, incluyendo la alta jerarquía esclesiastica, permiten y algunas veces hasta son participes de actos y situaciones que no van acorde a lo que establece la Santa Palabra de Dios, y lo más penoso es que quieren auto-justificarse, diciendo que es por bien de la obra, a pesar de saber las consecuencias que esto puede acarrear.
Siempre es importante tomar en cuenta y amar la ley de Dios. La persona que lleva la ley de Dios en su mente y no en su corazón, no la pone por obra y llevarla en el corazón no significa sentimientos, es decir, solo cuando sentimos que debemos obedecer, sino significa amarla, podemos saber algo y mas sin embargo, no amarlo.
El primer mandamiento del Señor es amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y toda tu mente, Deuteronomio 6:5 (observemos la congruencia sin aislamiento entre ambos), corroboramos esto en 1 de Corintios 13, como puedes esperar algo que no conoces y sobre todo, cómo puedes tener fe en algo que no conoces, que las palabras «ustedes adoran lo que no conocen» de Jesús en Juan 4:22 no se apliquen a nuestra vida.
Dios les bendiga sobremanera.
Muchas bendiciones p tdos nuestros
hermanos d la Fè.
Muy claro q està este escrito y
debemos d tener mucho cuidado con
los q intentan utilizar la palabra
d Dios p sus propios beneficios.
Porque hay lobos difrazados d
obejas.
Q Dios nos bendigue.
Amèn.
En muchas ocasiones nos escudamos en nuestra propia conveniencia para hacer nuestra voluntad y no el propósito de Dios.
Amén!!!