Lectura: Nehemías 8:1-12

Un competidor en las Finales del Campeonato Mundial de Scrabble 2005 en Londres dijo que las matemáticas y una buena memoria son necesarias para ganar, pero no un buen vocabulario. Un periodista del New York Times describió el evento como “un momento en el que el lenguaje se divorciaba del significado” porque un campeón puede crear un elevado puntaje usando palabras de ingles oscuras, tales como zobo y ogive sin conocer su significado.

Todos somos susceptibles a lo que podría llamarse “El Síndrome del Scrabble” – usando palabras para ganar argumentos religiosos sin comprender ni demostrar su significado. Los versículos bíblicos pueden convertirse en armas contra aquellos que no están de acuerdo en vez de ser verdades a vivirse y que cambian nuestras vidas.

Durante un periodo critico en la historia de Israel, Esdras instruyó al pueblo y fue asistido por otros que “leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura” (Nehemías 8:8). Cuando el pueblo captó lo que había escuchado, tuvo un profundo sentido de dolor por sus pecados, seguido de una jubilosa respuesta a la misericordia de Dios (vv.9-11).

Las palabras bíblicas divorciadas de su significado minan nuestra relación con Dios y con los demás. Entender con obediencia trae sabiduría, arrepentimiento, y gozo.

1.  ¿Alguna vez haz dicho palabras sin sentido en una conversación, tan sólo por el hecho de sentirte importante?  ¿Cómo trabajas en corregir ese tipo de cosas?

2.  En ocasiones no conectamos la boca con el cerebro a la hora de hablar, debemos recordar las palabras escritas por Santiago 3:1-12, recuerda hasta los caballos más salvajes se pueden domar, la clave es el dominio propio, recuerda el fruto del espíritu (Gálatas 5:22-24) ¿Dominas tus palabras?

NPD/DCM