Lectura: Romanos 5:1-11
Las líneas de Nazca son un grupo de más de 700 geoglifos hechos en el suelo del desierto de Nazca en el sur de Perú.
Fueron trazadas por la cultura nazca y están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas, hasta complejas figuras zoomorfas como el colibrí, fitomorfas como las flores y también geométricas, que aparecen trazadas sobre la superficie terrestre, lo cual por supuesto genera muchas preguntas: ¿Por qué fueron trazadas? ¿Cómo las hicieron? Y el misterio detrás de estas líneas continúa.
Las Escrituras nos hablan de otro gran misterio: Dios vino a vivir entre nosotros como hombre. En 1 Timoteo 3:16, Pablo escribió: “… grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, y recibido arriba en gloria”.
El apóstol Pablo nos brinda este brevísimo resumen de la vida de Cristo, y el misterio de la encarnación es sorprendente. Sin embargo, lo que llevó al Creador del universo a venir a vivir y morir por su creación no es un misterio: “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). El gran amor de Dios para con nosotros es la raíz del misterio de la piedad, y la cruz lo mostró a toda la humanidad.
- El amor de Dios no tiene misterios, es evidente y fue claramente mostrado con la muerte y resurrección de Jesús por nosotros.
- Por supuesto, aún existen muchos misterios en este mundo para los cuales no existen respuestas, pero hay un suceso que no tiene misterios y es la claridad que presenta el mensaje del evangelio.
HG/MD
“Pero Dios demuestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
0 comentarios