Lectura: Salmos 13:1-6
En algunos momentos de nuestra vida, la mayoría hemos sentido como si el Señor se hubiera olvidado de nosotros. Nos parece que Jesús no nos está prestando tanta atención como antes.
Si te sientes de esa forma, recuerda que muchas veces las apariencias engañan, independientemente de cómo te sientas, el Señor nunca se ha alejado de ti. Lo que puede estar ocurriendo es que te está dando la oportunidad de confiar en Él, en lugar de confiar en tus propios recursos.
¿Qué padre o madre no le ha dicho a su hijo que se quede en un lugar hasta que regrese? Si cuando regresa no está, por supuesto que se enojará con su hijo. ¿Y cuál padre o madre no sufre cuando sus hijos no quieren esperar el tiempo correcto para realizar ciertas actividades? Ellos en su rebeldía harán cosas en contra de la voluntad de sus padres.
En el Salmo 13, David describe sus pensamientos como hijo de Dios quien había agradado al Padre Celestial. Dios lo había puesto a prueba; David pudo haber sentido que Dios lo había abandonado, sin embargo, siguió convencido de que su única esperanza reposaba en Dios y Él recompensaría su fe.
- Si estás pasando por una experiencia complicada en tu vida en la cual te sientes solo, es tu oportunidad de aprender de la actitud de David, Dios nunca dejará a quienes han puesto su confianza en Él.
- Dios nunca abandona al que se abandona en Él.
HG/MD
“Pero yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación.” (Salmos 13:5).