Lectura: Apocalipsis 5:6-14
Existe una realidad en las iglesias, la mayoría de sus ministerios están compuestos por voluntarios quienes ofrendan su tiempo y talentos para servir al Señor.
Y uno de estos ministerios que generalmente se activan en el segundo semestre del año, es el coro; por lo general viene acompañado por un anuncio como el siguiente: “Atención, se están realizando audiciones para incorporar nuevas voces al coro. Posterior a esto, con los integrantes del año pasado, iniciaremos ensayos los días Martes de 6:00 p.m. a 7:30 p.m. Sean todos bienvenidos”.
Luego, un par de semanas más tarde, aparece el anuncio: “Todavía tiene tiempo para anotarse para el coro, el primer ensayo es este martes, no lo olviden”.
A la semana siguiente: “Tenemos una necesidad urgente de voces en nuestro coro. Estaremos cantando nuevas canciones, y algunas favoritas de todos los tiempos. Habrá café y rosquillas.”
Al final, un domingo por la mañana, la persona que dirige el coro dice: “Los ensayos del coro ya iniciaron hace varios martes y necesitamos más cantantes, si usted ha cantado antes con nosotros, y si nunca lo ha intentado, este es un buen año para empezar, siempre nos divertimos mucho en los ensayos, y no olviden el café y las rosquillas”.
Para este momento quizás estés diciendo: “¡Que bueno que no tengo la responsabilidad de buscar personas para el coro!”.
Pero, espera un momento, esa responsabilidad sí es tuya, todos somos reclutadores del coro celestial (Apocalipsis 5:13). Cada uno de nosotros ha recibido la orden del Señor de ir a compartir con otros las buenas nuevas (Mateo 28:18-20; 2 Corintios 5:17-20).
Cuando una persona entiende su necesidad de perdón y acepta la oferta de salvación que hace el Señor, nace a la familia de Dios, sus pecados son perdonados y está en espera de la vida eterna (Juan 3:16). Y dicho esto, toda la familia de Dios se unirá al gran coro celestial para dar alabanzas al Cordero de Dios.
- No puedo imaginar el esplendor de ese coro y las bellas alabanzas que un día cantaremos al Señor.
- Pero, recuerda también que tienes el privilegio de reclutar a más personas para el coro celestial. ¿Qué estás haciendo para cumplir con ese llamado de Dios?
HG/MD
“Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:13).