Lectura: Proverbios 3:1-8

A nadie que conduce y usa una aplicación de GPS le gusta oír las palabras: “Recalculando… recalculando”.

Hoy, millones de conductores reconocen estas palabras u otras similares que indican que se salieron del camino o no giraron bien. El GPS no sólo capta cuando un conductor se equivoca en el camino, sino que también empieza de inmediato a trazar un recorrido nuevo para volver a encaminarlo.

En ocasiones, como seguidores de Jesús necesitamos ayuda para reorientar nuestro andar espiritual. Tal vez nos salimos intencionalmente del camino porque pensamos que conocemos otro mejor, o nos deslizamos poco a poco, sin darnos cuenta de que cada vez nos alejamos más del sendero que Dios quiere que recorramos.

No obstante, Dios nunca nos ha dejado solos. Nos ha dado el Espíritu Santo a todos los creyentes (Juan 14:16-17; 1 Corintios 3:16), Él nos convence de nuestro pecado (Juan 16:8, 13). Cuando nos salimos del camino correcto, hace sonar la alarma y despierta nuestra conciencia (Gálatas 5:16-25). Ciertamente, podemos ignorar la advertencia, sin embargo, al final de cuentas esto nos perjudicará (Isaías 63:10; Gálatas 6:8).

  1. ¡Cuan tranquilizante es entender que Dios obra en nuestra vida mediante los llamados de atención que nos hace el Espíritu Santo! (Romanos 8:26-27).
  2. Sólo con la ayuda y la guía del Señor, podemos seguir en el sendero correcto.

HG/MD

“Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas” (Proverbios 3:6).