Lectura del día: Lucas 24:35-36.
Una vez que estos dos discípulos de Emaús llegaron a Jerusalén, se dirigieron hacia donde estaban los deprimidos y confundidos discípulos, e inmediatamente les compartieron su testimonio, el cual se dividía en dos partes:
- Su camino con Jesús. La caminata de algunos kilómetros fue impactante en la vida de estas dos personas. Eso es lo que sucede cuando permitimos que el Señor nos acompañe en el camino de la vida; le conoceremos más y por consiguiente nuestra relación con Él se fortalecerá.
- La invitación para que Jesús entrara a su casa. Cuando invitamos a una persona a nuestra casa, en realidad le estamos permitiendo ser parte de nuestro mundo más personal. No a cualquiera le permitimos ser parte de ese círculo interno ni le consideramos confiable, interesante y agradable, como para permitirle conocernos mejor y ahondar más allá de lo que es posible en una conversación pasajera. Al partir el pan se dieron cuenta con quien habían pasado y esas últimas horas cambiaron para siempre el resto de sus vidas.
Para ese momento seguramente algunos de los discípulos estaban pensando, ¡otro más que cree haber visto al Señor!, pero nosotros le vimos cuando lo capturaron en el huerto, mientras lo juzgaron y condenaron, así como la forma mediante la cual sin duda murió en la cruz. Sin embargo algo sin duda fue diferente en este testimonio, alguien aparece súbitamente en medio de ellos, es Jesús diciéndoles: ¡Paz a ustedes!
- Existen personas que creen saber mucho con respecto a Jesús, y pese a ello no le conocen como Señor y Salvador.
- Jesús quiere caminar contigo, invítale a formar parte tu vida diaria, y no que tan sólo represente un accesorio de fin de semana.
MD/HG
Jesús: Quiere caminar contigo. “Los dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió el pan.” Lucas 24:35
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.