Lectura: 2 Timoteo 3:1-5

¿Qué tanta influencia tiene la música en nuestra sociedad?  Cada año miles y miles de millones de dólares, entran a las arcas de las diferentes plataformas musicales, y los más entusiastas gastan sumas elevadas de dinero con tal de ver a sus artistas favoritos en un concierto.  Nos guste o no, la música, siempre ha causado un impacto significativo en nuestra cultura.

En varias ocasiones, algunos de estos artistas han hecho comentarios que rayan en la herejía, algunos ejemplos: “Hoy somos más populares que Jesús”, “Yo tengo más seguidores que Cristo”, “Algunas de las estrellas musicales son más importantes que Dios”. Estas frases posiblemente se han dicho en un ámbito que busca más el impacto mediático que otra cosa; sin embargo, no dejan de ser preocupantes por sus implicaciones.

Este tipo de percepciones y opiniones revelan una verdad, estas personas no tienen ni la más mínima idea de quien es Dios, quien los creó y un día los juzgará por las decisiones que tomaron.  El libro de Judas nos habla con respecto a esta realidad, Jesús regresará: “para hacer juicio contra todos y declarar convicta a toda persona respecto a todas sus obras de impiedad que ellos han hecho impíamente, y respecto a todas las duras palabras que los pecadores impíos han hablado contra él” (Judas 15).

Es por ello que ya sea la música, artistas, personajes o cualquier otra cosa que ocupe el lugar de Dios o lo minimice, deberá ser considerada como un ídolo.  Ciertamente debe preocuparnos, ¿qué lugar ocupa Jesús en nuestras vidas? ¿Será Dios verdaderamente importante en nuestras vidas?  ¿Nos emociona otra cosa, más que estar aprendiendo y alabando a Dios?  ¿Estamos agradecidos por nuestra salvación? ¿Compartimos el evangelio con otros?

  1. ¿Qué es lo que más te importa? ¿Qué te influencia? Deja que Dios llene tu vida, tal como lo hicieron sus primeros seguidores: “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hechos 13:52).
  2. Lo que hagas hoy con Jesús determina lo que Dios hará contigo a la postre.

HG/MD

“Pues ellos mismos cuentan de nosotros la buena recepción que tuvimos por parte de ustedes, y cómo ustedes se convirtieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero” (1 Tesalonicenses 1:9).