Lectura: Marcos 6:30-44

“Denles ustedes de comer” (Marcos 6:37), esas fueron las extrañas palabras que Jesús les dijo a sus discípulos.  Recordemos el contexto, se había reunido una gran multitud para oír al Señor, y ya era el final del día, los discípulos posiblemente estaban cansados y le “sugirieron” al Señor que enviara a las personas a sus casas para que pudieran comer algo, ya que estaban un tanto retirados del pueblo más cercano (v.36); pero la respuesta de Jesús los sorprendió, ya que no podían costear tal cantidad de comida.

¿Por qué dijo el Señor eso?  En Juan 6:6 se nos explica que los estaba probando. Una opción era que quería ver si confiaban en que Él haría un milagro. Pero, quizás lo más probable es que deseaba que sus discípulos se ocuparan más del cuidado de la gente, que empezaran a ejercitar su fe.  Es por ello que los envió a buscar alrededor de donde se encontraban, y lo que trajeron de vuelta fue: cinco panes y dos peces, el resto es historia, esos pocos alimentos alcanzaron para alimentar a 5.000 hombres, sin contar a mujeres y niños.

Me parece que el Señor continúa utilizando esas mismas palabras con nosotros.  Vivimos rodeados de personas con múltiples necesidades y en ocasiones lo único que hacemos, en el mejor de los casos, es orar por ellas, aunque casi siempre lo que hacemos es lamentarnos y desearles que mañana les vaya mejor.

Es por eso que esas palabras siguen siendo hoy tan actuales como lo fueron hace tanto tiempo: “Denles ustedes de comer”, hagan algo, muévanse, ayuden, oren, aconsejen, compartan su fe.  Y nuestra respuesta sigue siendo la misma que dieron los discípulos: “Pero, Jesús, no tengo suficiente dinero, no tengo tiempo, no tengo energía, no tengo ganas”, entre muchas otras cosas.  Al hacer esto estamos cayendo en el mismo error de aquellos primeros discípulos; el Señor quiere que nos involucremos en su obra, y que confiemos en que Él sigue siendo capaz de “alimentar” a miles con tan sólo cinco panes y dos peces.

  1. Fe y acción, Dios nos brinda las herramientas para que seamos instrumentos que lleven su mensaje y ayudar a quien lo necesita.
  2. Jesús quiere que formemos parte de su equipo, que podamos “darles de comer el mejor de los alimentos” a miles. Busquemos a nuestro alrededor, Dios proveerá donde menos lo esperamos.

HG/MD

“Entonces dijo a sus discípulos: “A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos” (Mateo 9:37).