Lectura: Juan 1:35-42
¿Qué buscas? Esa es una muy buena pregunta; algunos responderían: Mantenerme en forma, un mejor empleo, un matrimonio más feliz, mejores notas académicas, ser feliz, salud para un ser querido que sufre, entender mejor a Dios, ser exculpado por algo que no cometí. Y si Jesús te hiciera esta pregunta, ¿qué dirías? (Juan 1:38).
Para dos de los discípulos de Juan el Bautista, esta pregunta se hizo realidad. Un día mientras estaban con Juan el Bautista, Jesús pasó por donde estaban y Juan dijo lo siguiente: “¡He aquí el Cordero de Dios! (Juan 1:36). Cuando esto sucedió, esas dos personas quisieron empezar a seguir a Jesús; y es en ese momento cuando Jesús les pregunta: “¿Qué buscan?”
Juan el Bautista les había enseñado bien, pues su respuesta indica que no estaban buscando algo para sí, sino a Jesús. Ellos querían saber dónde se estaba hospedando, y Jesús no sólo les mostró el lugar, sino que pasó el resto del día con ellos.
Así que, también debes preguntarte: ¿Qué buscas en esta vida? Pero ten cuidado, ¡no te equivoques! Cuando pones a otras cosas antes que, a Dios, estás perdiendo tu tiempo (Mateo 6:33).
- Al pasar más tiempo con Jesús, lo pondrás a Él en el primer lugar en el que ponías las cosas que antes te parecían importantes.
- Nuestro Señor y Salvador Jesús desea que lo busques, más de lo que deseas Su compañía.
HG/MD
“Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33).