Lectura: Efesios 4:17-29
Un padre estaba en una tienda mirando bicicletas con uno de sus hijos, cuando un mensajero entró en la tienda. Este no vio a un aparato de TV que estaba sobre un stand y con su bulto de correspondencia golpeó la televisión y la derivó, estrellándose contra el suelo. Mientras El padre y su hijo observaban, el gerente de la tienda, dijo: “No te preocupes. No vamos a hacerte pagar por ello. Le diremos al fabricante que el artefacto fue dañado en el transporte marítimo, y nos darán una nueva.” O sea cubrirían el incidente con: “¡una mentira!”
El padre, era un creyente en Cristo, y salió de la tienda sin hacer la compra que quería realizar. No quería darle su dinero, a un hombre que era capaz de mentir de esa forma, sin ningún tipo de remordimiento. Pensó, si miente con respecto a esto, puede mentir con respecto a las garantías o a la calidad de los artefactos que vende en su establecimiento.
Es bastante difícil no caer en un patrón de mentiras. Si cedemos a la tentación de mentir, pronto lo estaremos haciendo tan a menudo que ni siquiera estaremos conscientes de ello nunca más. El mentir se convertirá en un estilo de vida. Y lo que no nos damos cuenta es que por un poco de dinero que podríamos ahorrar, habríamos renunciado a un principio básico de la Biblia (Ef. 4:25) y habremos comprometido nuestro testimonio de Cristo.
Las normas de la Palabra de Dios son altas. No hay que bajarlas para nuestro beneficio o por una ganancia financiera o porque creamos que es la única forma en la que nuestro negocio pueda sobrevivir. Nuestra regla en los negocios y en toda la vida debe ser: “no mentirás”.
1. Di la verdad y di las cosas bien, una mentira nunca se convertirá en una verdad; la Biblia dice que Dios es verdad; y Él quiere exista verdad en todas tus acciones.
2. La capacidad de mentir está pasiva en todos nosotros, no la actives.
NPD/DCE
Una mentira nos lleva a otra, de nada nos sirve mentir nuestra conciencia no está en paz, el Espíritu Santo nos redarguye, y pedimos perdón vuelve nuestra tranquilidad, compartamos a decir la verdad, xk la palabra es verdad.
Si queremos vivir en bendicion dejar de mentir ,por muy pequeñita q sea la mentira, igual estamos faltando alo q dios nos enseña
«El padre de la mentira es el diablo»
Es más fácil en nuestra naturaleza de pecado decir mentiras ,ya sea para tapar alguna situación,ó para que no nos descubran,pero que tal cuando queremos que alguién sea sincero(a) con nosotros,Dios nos observa y toma nota de cada cosa qué hagamos.
Además,las mentiras siempre traen consecuenciaS malas
si mentinos en el diario vivir es mentirle a DIOS y todo lo q ocultemos sale a flote y luego va ser peor es mejor afrontar las cosas en su momento y no cuando ya no halla solucion…
Be