Lectura: Mateo 5:1-12

La persecución, hasta el martirio, ha sido uno de los costos más altos relacionados con ser un discípulo de Cristo a través de los siglos. En muchos países los creyentes siguen sufriendo prisión y muerte por su devoción inquebrantable hacia su Salvador. Incluso en países que cuentan con la libertad religiosa, una persona con un audaz testimonio para el Señor, puede convertirse en el blanco de burlas de semejantes.

Cuando experimentamos dificultades debido a nuestro compromiso cristiano, ningún versículo de la Escritura es más reconfortante que la bienaventuranza pronunciada por nuestro Salvador: “Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto,  porque el reino del cielo les pertenece.” (Mt. 5:10).

En un momento en su vida, el predicador inglés Charles Haddon Spurgeon fue criticado con tanta intensidad que se tradujo en una profunda depresión del predicador.   Así que su esposa imprimió esa hermosa verdad  en siete grandes hojas  de papel que colocó encima de su cama.   Esa gloriosa promesa de nuestro Salvador, era lo primero que Spurgeon observaba por las mañanas y la última cosa que leía en las noches.
1. ¿Está desanimado porque estás sufriendo por tu testimonio cristiano? El antídoto es la promesa de un sostenimiento: “Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto”.

2. Si vives para Dios, puedes esperar problemas del mundo.

NPD/VCG