Lectura: Génesis 2:18-25

Sin duda a algunas personas les gustaría que el matrimonio no fuera para siempre.  La mayoría de votos matrimoniales contienen las siguientes promesas: “En las buenas y en las malas…hasta que la muerte nos separe”, para algunos estas palabras suenan demasiado arriesgadas.

Un ministro muy liberal y hasta por qué no decirlo, hereje, decía que el matrimonio tal y como lo conocemos está obsoleto.  No obstante; muchos estudios han comprobado que las personas casadas que apartan tiempo para el Señor en sus vidas matrimoniales, tienden a ser más felices y  saludables.

Dios estableció una institución muy especial al crear el matrimonio, ya que como seres humanos necesitamos apoyo y realización de un plan de vida en común con otra persona.  En Génesis 2:18 Dios nos dijo lo siguiente: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”.

Él no es solamente el creador y arquitecto del matrimonio, sino también quien lo mantiene unido.  Un matrimonio debe estar integrado por tres personas: una esposa, un esposo y Dios.  La base del matrimonio, ha de ser el compromiso de amar y honrar al Señor.

  1. ¿Es Jesús la tercera persona que compone tu matrimonio? Tan sólo Él, puede darle la estabilidad duradera que necesita tu relación.  Como matrimonio deben dejar que Jesús les muestre el camino a seguir, por medio del estudio de su Palabra y la oración diaria.
  2. Si quieres que tu matrimonio perdure, debes poner a Cristo en el centro de tu relación.

HG/MD

“Así que ya no son más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.”  (Mateo 19:6).