Lectura: Lucas 11:1-13
Una de las preguntas que inquietan a muchos creyentes es por qué Dios quiere que hablemos con Él todos los días con respecto a lo que sucede en nuestras vidas; Él lo sabe todo, entonces, ¿para qué orar?
Si alguna vez te has hecho esa pregunta sería bueno que consideres las siguientes razones por las cuales debemos seguir orando:
- Debido a que el diablo y sus secuaces los demonios existen, y la oración es una de las mejores maneras de resistirlos (Efesios 6:12, 13 y 18).
- Porque la oración es el medio que Dios creó para que obtengamos Su socorro oportuno y lo que necesitamos de Él (Lucas 11:3-13; Santiago 4:2; Hebreos 4:16).
- Ya que la oración con acción de gracias es la manera que Dios creó para liberarnos de la ansiedad y recibir Su paz (Filipenses 4:6-7).
Además de estas tres simples y poderosas razones, Dios nos recordó nuestra necesidad de estar comunicados con Él en 1 Tesalonicenses 5:17: “Oren sin cesar”. Ciertamente Él lo sabe todo, también sabe que necesitamos comunión con Él, somos seres dependientes de Su amor y de Su cuidado.
- Al buscar cada día a Dios por medio de la oración, que es simplemente abrir nuestro corazón y pensamientos para compartirlos con nuestro Creador, fortaleceremos nuestra relación con Dios y seremos personas más plenas.
- Nuestro mayor privilegio y necesidad es hablar con Dios.
HG/MD
“Perseveren siempre en la oración, vigilando en ella con acción de gracias” (Colosenses 4:2).