Lectura: Juan 13:31-38

David Doubilet es un fotógrafo de vida marina que se ha dado a conocer por sus trabajos realizados en National Geographic Magazine, en donde ha publicado una gran cantidad de artículos.

David es bien conocido por sus fotos de naturaleza viva, donde muestra todos los maravillosos colores que nos brinda el entorno acuático.  Ha sido criticado por algunos grupos ambientalistas, por no hacer más periodismo y fotografía de crítica, pues dicen que es necesario mostrar fotos de peces muertos, playas llenas de basura y océanos con contaminación. Pese a ello él ha dicho que hay una mejor forma de lograr que la gente cuide el ambiente.  En lugar de mostrar la destrucción provocada por el ser humano, ha decidido mostrar la belleza que Dios, el Creador de todas las cosas, nos ha dado.

Este mismo dilema también ocurre en el mundo cristiano, pues hay muchos creyentes quienes creen que la única forma de mejorar el ambiente espiritual, es señalar todo el mal que hay en el mundo y todos los errores que comenten otros creyentes.  Sin embargo, el Señor nos mostró que existen otras formas de presentar las buenas nuevas de salvación; aunque por supuesto nunca subestimó el problema que provoca el pecado (Mateo 15:18-20) al alejarnos de Dios, también le dijo las siguientes palabras a sus discípulos, antes de ir a la cruz: “En esto conocerán todos que son mis discípulos: si tienen amor los unos por los otros” (Juan 13:35).

Entonces, ¿por qué no probar que también podemos testificar de nuestra fe si compartimos las maravillas que Dios tiene para nosotros y la esperanza que existe en Jesús, en lugar de tan sólo limitarnos a criticar la degradación humana? ¡Hablemos de la gloria eterna que espera a quienes depositen su fe en nuestro Señor y Salvador!

  1. David Doubilet dijo una vez la siguiente frase: “Lo mejor que uno puede hacer es asombrar a la gente”. Entonces, ¿qué puede ser más asombroso y testimonial para el mundo, que pueda ver a creyentes que verdaderamente se aman?
  2. El amor es un imán que atrae a los creyentes entre sí, y a los incrédulos a Cristo.

HG/MD

“En esto conocerán todos que son mis discípulos: si tienen amor los unos por los otros” (Juan 13:35).